21 oct 2007

Ya lo compré, ¿pa que lo leo?

Viví esta última semana basicamente en cintermex, en la feria del libro, me gusta leer no lo niego, pero no crean que pasarme todas las tardes ahi fue causa de tanta emoción, mas bien fueron horas de servicio social que fui matando al rondar entre los tantos stands de editoriales.

Hoy me comentó un amigo de los que tmb pasó largas horas indicando donde se encontraban los baños en citermex (al entrar en esa misma pared a lo largo), contando las personas que pasaban (click, click, click) y apuntando hacia las editoriales adecuadas (pasillo 5 stand 2)... (en pocas palabras que hizo el serivicio social en la feria del libro tmb) que se sentía más listo al haber comprado un libro nuevo... Se dió cuenta de lo que dijo y corrigió comentando que ese es un error que muchos hacen, que con sólo comprar libros uno siente como si hubiera adquirido por ende sabiduría. Sin ententder que la sabiduría ahí está, pero te faltan unas buenas horas con la iluminación apropiada y una mente despejada para que te llegue todo el conocimiento que pediste al pagar el libro.

¿Lectora? ¿Yo? entre mi colección tengo a Charles Dickens, a Cervantes, a la novela más reciente de Vargas Llosa, uno que otro de García Marquez, y hasta un Borges por ahi perdido. Pero... ¿leo? pues si son palabras lo que sale en la pantallita del msn.
¡Eso no se vale! Tenemos tanta sabiduría al alcanze de nuestras manos... pero pues se va quedar en las manos (o en el estante), lejecitos de la cabeza si no nos tomamos tantito del tiempo que seguros estabamos de tener en el momento de pagar el libro.

Tener el libro te acerca a la cultura, pero si lo lees, te acerca un poquito más.

17 oct 2007

Ocio en la banca

Hoy me encontré sentada en una banca en mi hora libre platicando con una buena amiga de la carrera. Con poco que hacer, o más bien mucho que hacer pero pocas ganas de hacerlo, recurrí a garabatear en la banca que me encontraba. Todo lo hacemos (o eso parece) las bancas están llenas de letras, iniciales adentro de un corazón nombres (y una que otra maldición). Pensaba no quedarme atrás dejar mi marca también y empecé al igual que mis compañeros de asiento anteriores a dañar la propiedad privada del tecnológico de monterrey. Saco mi pluma, empecé con la “A”, una y otra vez la calqué… y al pasar a la segunda letra… me empiezo a reír. Deje de escribir, me seguía riendo.
Mi amiga me voltea a ver con cara de confundida.
“Esque estoy garabateando en la banca con una pluma fuente”.

Con una pluma fuente. ¿Te imaginas a alguien garabateando en las paredes o en las mesas con una pluma fuente? ¡No! ¡En los lugares donde uno no debe garabatear si aún opta por hacerlo lo debería de hacer con una pluma bic!

Seguramente en mi mochila cargaba con una pluma bic(quién no tiene una pluma bic en su mochila, es tan común como el escribir en las bancas…) pero, no, dejé de escribir. Que incorrecto…

Nunca seré una rebelde… garabateo con plumas de fuente.